miércoles, 22 de mayo de 2013

En agradecimiento al Bloque Crítico


Compañeros, compañeras, desde la Asamblea 15M La Soleá  queremos en primer lugar dar las gracias al Bloque Crítico, y a todos los colectivos que lo integran, por haber acordado finalizar la manifestación del ya lejano 1º de Mayo en el Centro Social La Soleá, que como sabéis es un espacio que rescatamos  el pasado 28 de marzo del abandono de años al que lo tenían sometido sus propietarios. Desde ese día iniciamos una labor que el barrio demandaba: rescatamos de la ruina un edificio, y pusimos en marcha una serie de actividades, algunas de ellas ahora interrumpidas por la actitud intransigente de quienes ahora hacen valer su título de propiedad y que sin embargo antes, de manera negligente e irresponsable, dejaron en la más absoluta ruina.   

En poco menos de un mes de ocupación, iniciamos un huerto urbano, una biblioteca, un cineforum, distintos talleres de reparación: de bicicletas, de ordenadores, y muchos otros que aún quedan por realizar: talleres teatrales, de elaboración artesanal de jabones, de pintura, y un largo etcétera porque las demandas son incesantes y el Polígono San Pablo, este barrio obrero y castigado como tantos por la crisis, no se rinde ante el actual estado de deterioro de los espacios públicos. Este barrio quiere rescatar esos espacios y hacerlos más sociales que nunca, más al servicio que nunca de sus genuinos poseedores: todas y cada una de las personas que en él viven, gente trabajadora, gente que día a día lucha por su dignidad, gente que no se rinde, gente que planta cara a las fuerzas represoras cuando éstas se ponen al servicio de la propiedad privada de los poderosos, como lo han demostrado en la defensa del Centro Social La Soleá cuando la policía ha acudido presurosa a la llamada de los propietarios y nunca antes atendió la de los vecinos que  denunciaron el vandalismo y el deterioro de que era presa el lugar.

Pero sabemos quiénes son los que tenemos enfrente de nosotros, sabemos que son esas oligarquías del capital más descarnado e infame, aquellas que con sólo una llamada, un movimiento de pieza en el tablero, pueden remover influencias, traficar con turbios manejos y torcer los destinos a su favor. Estamos hablando de los que ahora hacen valer ante la policía un título de propiedad de un lugar que tuvo siempre un uso social antes de que lo sumieran en el abandono y la ruina, y que la asamblea 15 M con su ocupación devolvió al barrio, para que volviera a sus legítimos poseedores.

Todo lo que ellos tienen es un título del registro de la propiedad, sobre la que pesa un proceso de ejecución hipotecaria desde 2010, ejecución hipotecaria que es acompañada por una anotación de embargo preventivo por una deuda de más de 500.000 euros con Construcciones Selama S.L. Ante esto lo que nos preguntamos es cómo no se ha ejecutado esa hipoteca si a las familias que dejan de pagar un mes las echan a empujones de sus casas, por qué a ellos, todopoderosos oligarcas, por qué a ellos no los embargan. La policía no viene a echarlos a empujones por no pagar, como nos echan cada día a cualquiera de nosotros de nuestras casas,  no, la policía viene a defender su título de propiedad, porque la propiedad privada, dicen, es sagrada. Pero nosotros decimos que por encima de la propiedad privada está el derecho de las personas a decidir por sí mismas cómo quieren gestionar sus vidas, por encima de la propiedad privada está el derecho a decidir colectivamente sobre los espacios sociales, lo que es de todos por todos debe estar gestionado. 
Lo que nosotros tenemos es fuerza para luchar contra las injusticias, porque hemos despertado, porque no nos van a amordazar por más que lo intenten mediante coacciones o con la represión, porque seguiremos en la lucha.

Esta ocupación, La Soleá, no es una ocupación desvinculada, es hermana de tantas ocupaciones que están devolviendo al pueblo lo que del pueblo saliera. Tenemos las Corralas, ni gentes sin casa ni casas sin gente; tenemos Somonte y las Turquillas, las tierras para quien la trabaja; y otras tantas ocupaciones que vendrán, porque este movimiento no se para, porque no nos van a detener, porque a un desalojo seguirá otra ocupación, y otra y otra, y porque no pararemos hasta recuperar los derechos que nos están arrebatando: la sanidad universal pública y de calidad, la enseñanza pública y gratuita… Porque no dejaremos que nos vuelvan a estafar desde la banca, por el derecho a la vivienda,  por una sociedad justa y solidaria donde prevalezca la igualdad y la libertad.

¡Viva el Centro Social La Soleá!